Si durante el año no encontramos el momento para hacer “reformas” y mejoras en el huerto, este es el momento, ya que sobre todo, en las zonas de interior, la llegada de diciembre supone un parón para las hortalizas.
Revisión de herramientas e instalaciones
Aunque es conveniente realizar un mantenimiento continuo de los utensilios del huerto, si siempre andamos con prisas, aprovecharemos para limpiar aquellas herramientas metálicas, eliminando la tierra y engrasando las partes metálicas para evitar su oxidación.
Como ya se ha mencionado meses atrás, mejorar la fertilidad del suelo/sustrato es otra de las tareas que no debemos olvidar, pero también podemos replantearnos nuestro sistema de riego para hacer mejoras de cara a la llegada de épocas de mayor consumo de agua. Un programador de riego asociado a un sistema de riego por goteo nos evita ser esclavos del huerto durante el verano, época en la que la frecuencia de riego oscila entre 7 y 14 veces por semana.
Planificación con rotaciones
Para sacarle más rendimiento al suelo/sustrato sobre el que cultivamos a la hora de imaginar cómo será el huerto dentro de unos meses, debemos rotar los cultivos por los distintos bancales o recipientes, de forma que no se repita el mismo cultivo en el mismo espacio.
La explicación de esta regla es que si se trata del mismo cultivo o de la misma familia, está claro que necesitarán los mismos nutrientes, acabando por tanto con la reserva de estos en el suelo. Además, la repetición de cultivo crea un ambiente idóneo para la proliferación de plagas, ya que cada ciclo o nueva generación de la plaga dispondrá una y otra vez de alimento.
La técnica de la rotación va mucho más allá que simplemente evitar no repetir cultivos, ya que también tiene en cuenta la voracidad de algunas hortalizas y la capacidad de mejorar el suelo de otras. Por lo que sería interesante recopilar información durante este tiempo para llevarla a la práctica.
Solidaridad en el huerto
El objetivo de todo huerto ecológico es conseguir ser una representación “artificial” de lo que sería un ecosistema natural en el que todos los elementos se encuentran en perfecto equilibrio.
Para cumplir este objetivo también hay que tener en cuenta el resto de habitantes del huerto como insectos o pájaros, que también pueden representar un beneficio para el huerto como fauna útil. Una forma de ayudarles a sobrellevar el duro diciembre es procurándoles refugio y alimento.
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